jueves, 5 de agosto de 2010
Wen-Tzu
miércoles, 21 de julio de 2010
Onírico

Cambiar como voltear una lámina de cristal de la ventana de romanillas cuando se ha roto una esquina, cambiar para crear, para vivir, para gozar de nuevo de la vida que no veía. Viajar y ver, ver y comparar -los horarios, los soles, las calles, las pieles... en ese trajín ensuciar la ropa, andar así, con ese descuido y siempre recordar que los trapos sucios se lavan en casa, que aunque no haya lavadora quedarán mejor si los lavas tu. No depender de nadie pero tampoco de tí mismo... o mejor de tu mismo, sí, de tu mismo deseo, de tu misma pulsión... Cambiar rápidamente, como si para ello fuese necesario tomar jugo de tamarindo... Mudar, mudar de piel, de cabellos, mudar de casa en casa en casa en casa... solo, acompañado... Mudar de compañía, mudar de soledad... Trocar afectos, sentimientos, sueños; trocar nuevamente para que todo quede igual; pero nada queda igual... Voltear la mesa sobrecargada de cosas viejas, llenas de polvo, llena de polvos... Vaciar el vaso, derramar esa cerveza caliente... Extraer del hatillo los objetos acumulados, regalarlos, entregarselos a quienes les pertenecen, seguir acumulando, no parar nunca... seguir mutando, así pierdas (es que nunca pierdes), como en sueños.
domingo, 4 de julio de 2010
ALGUNAS CITAS DEL PEQUEÑO LIBRO DEL EROTISMO
viernes, 25 de junio de 2010
Capital-ismo
Tom Morello
domingo, 30 de mayo de 2010
Conto
Uma historia comum.
O José Pérez nasceu no ano 1970, o dia da independência da República, o 19 de abril. Filho do Juan “El Musiú” Pérez e da Carmen del Coromoto Molina, o José viveu junto a sua família parte de sua infância na cidade de Maracaibo ao ocidente do país.
O Juan foi um filho duns imigrantes espanhóis que escaparam da ESPANTOSA-DITADURA-DO-CRIMINOSO-FRANCO. Foram campesinos da Andaluzia e por tanto, pessoas muito humildes que não sabiam nem sequer ler nem escrever; eles foram militantes do Partido Comunista Espanhol e grandes lutadores sociais. Mas quando eles chegaram à Venezuela, encontraram-se um país completamente agrário que apenas estava descobrindo sua riqueza petroleira. Trabalhadores da terra como foram, tentaram formar uma fazenda com as pessoas do campo, mas estas não compreenderam a mensagem porque o boom petroleiro estava começando, junto ao fato de que a terra era duns poços proprietários, gente de muito avoengo, oligarcas que se meteram entre as filas de quem lutaram pela independência.
O Juan deixo sua família e mudou-se para o estado Zulia, onde desemvolvia-se o mundo de petróleo.
Lá, tento uma e mil vezes encontrar um trabalho nas companhias que trabalhavam (e cá entre nos, que também roubavam) o petróleo, mas o pobre Juan nunca tivera êxito porque não estava de acordo com o sistema sindical.
Numa tarde do ano 1969, o Juan saía dum bar chamado “El Canapial”, no centro de Lagunillas, quando viu a Carmen del Coromoto passando pela estrada de em frente e ficou doido, apaxionou-se da primeira vista. Num curto tempo eles chegaram a estabelecer uma relação amorosa da qual cuasi num ano depois surgiu o José.
A pressão econômica não tivera piedade dos jovens pais que não encontravam trabalho formal. A Carmen ficava na casa cuidando a criança em tanto o Juan trabalhava limpando vidros dos carros nas esquinas e semáforos. A situação tornou-se insuportável, o Juan ficava desesperado, cada noite chagava a casa bêbado e dava carícias daquelas que pintam o rosto á pobre Carmen.
Separaram-se. A Carmen foi-se a casa de seus pais com o pequeno José, que acabou de crescer com seus avós. Como a Carmen e o Juan nunca se casaram não tiveram de se divorciar.
Poços anos depois, o Juan foi morto pela polícia, quando tentava roubar um banco para reunir dinheiro para a luta armada contra a tirania, (o Juan sempre tivera idéias políticas produto de sua educação familiar).
Hoje José esta crescendo, tens 12 anos e vive com sua mãe no bairro Guarataro da cidade de Caracas... Vai ser seu destino ser um lutador como sua família ou vai ser um malandro criminoso alienado? Vai ir para a universidade? Estas são algumas perguntas que fazen-se muitas pessoas neste país porque esta historia é uma historia comum.
Algum dia de novembro de 2006
martes, 18 de mayo de 2010
Lecciones conductivistas
(...)
Las cosas son buenas (positivamente reforzantes) o malas (negativamente reforzantes) probablemente a causa de las contingencias de supervivencia bajo las que la especie ha evolucionado (...) Es tambien importante la susceptibilidad ante reforzantes negativos; aquellos que más profundamente han sido reforzados, al escapar o evitar condiciones potencialmente peligrosas, gozan ventajas obvias.
Lo que una persona siente al comportarse en bien de los demás, depende de los reforzadores utilizados. Los sentimientos son subrpoductos de las contingencias y no arrojan nueva luz con respecto a la distinción entre lo público y lo privado. No decimos que los simples reforzadores biologicos son eficaces por causa del egoismo, y no deberiamos atribuir la conducta en bien de los demas a amor al projimo. Al trabajar en bien de otros, una persona puede hacerlo por amor o por miedo, por lealtad o por obligación, o por cualquier otra condicion originada por las contingencias responsables de esa conducta. Una persona no actua en bien de otros por causa de un sentimiento de pertenencia, ni rehusa actuar por causa de sentimientos de alienacion. Su conducta depende del control ejercido por el ambiente social.
(...)
No decimos que una persona hace lo que 'deberia hacer' al conducir un coche debido a algun sentido intenso de justicia. Sin embargo, apelaremos muy probablemente a alguna virtud innata para llegar a explicar por qué una persona se comporta bien con respecto a sus semejantes, aunque en realidad actúa así no porque sus semejantes le hayan provisto de un sentido de responsabilidad u obligacion, o de lealtad y respeto por los demas, sino porque se han preparado contingencias sociales eficaces. Las conductas clasificadas como buenas o malas, y correctas o incorrectas, no los son a causa de la bondad o la maldad, o de un buen o mal caracter, o de un conocimiento de lo que es correcto o incorrecto; se deben a contingencias que implican una gran variedad de reforzadores verbales generalizados de '¡Bien!', '¡Mal!', '¡Correcto!', '¡Incorrecto!'.
(...)
Cuando el control ejercido por otras personas es de esta forma eludido o destruido, solamente quedan entonces los reforzadores personales. El individuo atiende a la satisfacción inmediata, posiblemente mediante la adicción a las dorgas o a actividades sexuales. Si no tiene que esforzarse mucho para encontrar el alimento, un techo que le cobije y una seguridad, generará poca conducta. Y su condición es entonces descrita diciendo que sufre una carencia de valores. Como puso de manifiesto Maslow, esta falta de valores es 'descrita en formas varias, como anomia, amoralidad, ahedonismo, desraizamiento, vaciedad, desesperanza, carencia de alggo en lo que creer o a lo que dedicarse con fervor'. Todos estos términos parecen aludir a sentimientos o estados mentales, pero lo que en realidad echamos de menos en situaciones como las aquí descritas es la presencia de reforzadores eficaces. La anomia y la amoralidad se refieren a la falta de los reforzadores pensados para inducir a las personas a observar ciertas reglas. El ahedonismo, el desraizamiento, la vaciedad y la desesperanza apuntan a la ausencia de reforzadores de toda clase. El 'algo en que creer y a lo que dedicarse con fervor' puede detectarse en las contingencias planeadas para inducir a las personas a comportarse 'en bien de los demás'.
La distinción entre sentimientos y contingencias resulta particularmente importante cuando hay que adoptar una acción práctica. Si el individuo efectivamente sufre de algún estado interno que denominamos 'carencia de valores', entonces sólo podemos solucionar el problema cambiando este estado -por ejemplo, 'reactivando la fuerza moral', ' estimulando el poder moral', o bien 'fortaleciendo las convicciones morales o el compromiso espiritual'-. Sin embargo, lo que debemos alterar son las contingencias, tanto si las consideramos responsables de esa conducta defectuosa, como de esos sentimientos que se asegura explican la conducta.
(...)
El proceso de condicionamiento operante presumiblemente evolucionó cuando aquellos organismos que quedaron más sensiblemente afectados por las consecuencias de su conducta, fueron más capaces de adaptarse al ambiente y sobrevivir. Solamente las consecuencias bastante inmediatas pudieron ser eficaces. Una razón para que así fuera tiene relación con las 'causas finales'. La conducta no puede quedar realmente afectada por nada que la siga, pero si una 'consecuencia' es inmediata, puede coincidir en parte con la conducta. Una segunda razon se refiere a la relacion funcional entre la conducta y sus consecuencias. Las contingencias de supervivencia no pudieron generar un proceso de condicionamiento que tuviera en cuenta cómo la conducta producia sus consecuencias. La unica relacion util fue temporal: pudo desarrollarse un proceso en el cual un reforzador fortaleció cualquier conducta a la siguiera. Pero el proceso tenia importancia solamente si era capaz de fortalecer conducta que efectivamente produjera resultados. De aqui la importancia del hecho de que cualquier cambio que siga estrechamente a una respuesta resulte muy probablemente haber sido producido por ella..."
B.F. Skinner.
"Más allá de la libertad y la dignidad".
Valores
sábado, 15 de mayo de 2010
un (otro) espartano más
almorzaba metal y cuero cuando llegaba de la escuela,
después de tener que entablar sus pequeñas guerras,
unas veces llegaba con los ojos oscuros y adoloridos...
por las tardes vestía de blanco en la academia de pequeños guerreros,
aunque nunca gustó de pelear... era como un juego...
sin embargo, "en esparta o peleas o mueres", decían sus padres
y practicaban delante él la prédica familiar...
padre y madre armados y vestidos para la guerra,
la guerra doméstica, aprendida generación tras generación.
siempre estuvo convencido que eran los procedimientos habituales,
el vio a sus abuelos y tios, grandes guerreros todos,
entrenar entre sí, practicar diariamente las helénicas relaciones de amor y odio...
llegó su momento, era la antesala a su madurez,
tomó las armas familiares, su experiencia infantil,
no las tomó porque así lo quisiese, sino porque así lo creyó conveniente (o mejor, no quedaban muchas opciones para aquél destinado a la guerra)...
inició su camino de devastación, junto fuerzas con sus amigos,
libó vino y blandió su espada en grandes epopeyas callejeras,
aún siendo niño -casi todos lo eran- peleaba como un guerrero,
peleó en la calle, peleó en su casa, peleó con sus padres, peleó con su familia...
sin embargo, una diferencia siempre notó... en su corazón siempre estuvo la dicotomia espartana amor-odio... aunque él sólo percibió oprobio...
había aprendido tanto que superó con creces a sus ancestros
padre y madre estuvieron de acuerdo en que éste se les había escapado de sus manos.
esparta desapareció pero el espíritu guerrero y sus portadores infinitos y eternos escaparon de la destrucción.
cada guerrero tomó su camino... pero a éste, a éste le tocó caminar mucho más,
a él nunca le advirtieron del fin de la guerra
con su espada en mano y su peto metálico dominó y saqueó naciones
puso a temblar a culpables e inocentes
en su piel hay cicatrices, en sus ojos una edad indefinida, en sus cabellos quedan marcas de viejos lances... y en su corazón... ¿qué hay en el corazón de un guerrero de obligación?... y en su espíritu... ¿qué queda en su espíritu?
lunes, 10 de mayo de 2010
Y regresaste
domingo, 9 de mayo de 2010
Control
lunes, 3 de mayo de 2010
La respuesta tardía.
domingo, 2 de mayo de 2010
Los Heraldos Negros
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé.
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como un charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes ... Yo no sé!
jueves, 29 de abril de 2010
EL PASO DEL RETORNO - VICENTE HUIDOBRO
A RAQUEL QUE ME DIJO
UN DÍA CUANDO Tú TE
ALEJAS UN SOLO INSTANTE,
EL TIEMPO Y YO LLORAMOS
Yo soy ese que salió hace un año de su tierra
Buscando lejanías de vida y muerte
Su propio corazón y el corazón del mundo
Cuando el viento silbaba entrañas
En un crepúsculo gigante y sin recuerdos
Guiado por mi estrella
Con el pecho vacío
Y los ojos clavados en la altura
Salí hacia mi destino
Oh mis buenos amigos
¿Me habéis reconocido?
He vivido una vida que no puede vivirse
Pero tú Poesía no me has abandonado un solo instante
Oh mis amigos aquí estoy
Vosotros sabéis acaso lo que yo era
Pero nadie sabe lo que soy
El viento me hizo viento
La sombra me hizo sombra
El horizonte me hizo horizonte preparado a todo
La tarde me hizo tarde
Y el alba me hizo alba para cantar de nuevo
Oh poeta esos tremendos ojos
Ese andar de alma de acero y de bondad de mármol
Este es aquel que llegó al final del último camino
Y que vuelve quizás con otro paso
Hago al andar el ruido de la muerte
Y si mis ojos os dicen
Cuánta vida he vivido y cuánta muerte he muerto
Ellos podrían también deciros
Cuánta vida he muerto y cuánta muerte he vivido
¡Oh mis fantasmas! ¡Oh mis queridos espectros!
La noche ha dejado noche en mis cabellos
¿En dónde estuve? ¿Por dónde he andado?
¿Pero era ausencia aquélla o era mayor presencia?
Cuando las piedras oyen mi paso
Sienten una ternura que les ensancha el alma
Se hacen señas furtivas y hablan bajo:
Allí se acerca el buen amigo
El hombre de las distancias
Que viene fatigado de tanta muerte al hombro
De tanta vida en el pecho
Y busca donde pasar la noche
Heme aquí ante vuestros limpios ojos
Heme aquí vestido de lejanías
Atrás quedaron los negros nubarrones
Los años de tinieblas en el antro olvidado
Traigo un alma lavada por el fuego
Vosotros me llamáis sin saber a quién llamáis
Traigo un cristal sin sombra un corazón que no decae
La imagen de la nada y un rostro que sonríe
Traigo un amor muy parecido al universo
La Poesía me despejó el camino
Ya no hay banalidades en mi vida
¿Quién guió mis pasos de modo tan certero?
Mis ojos dicen a aquellos que cayeron
Disparad contra mí vuestros dardos
Vengad en mí vuestras angustias
Vengad en mí vuestros fracasos
Yo soy invulnerable
He tomado mi sitio en el cielo como el silencio
Los siglos de la tierra me caen en los brazos
Yo soy amigos el viajero sin fin
Las alas de la enorme aventura
Batían entre inviernos y veranos
Mirad cómo suben estrellas en mi alma
Desde que he expulsado las serpientes del tiempo oscurecido
¿Cómo podremos entendernos?
Heme aquí de regreso de donde no se vuelve
Compasión de las olas y piedad de los astros
¡Cuánto tiempo perdido! Este es el hombre de las lejanías
El que daba vuelta las páginas de los muertos
Sin tiempo sin espacio sin corazón sin sangre
El que andaba de un lado para otro
Desesperado y solo en las tinieblas
Solo en el vacío
Como un perro que ladra hacia el fondo de un abismo
¡Oh vosotros! ¡Oh mis buenos amigos!
Los que habéis tocado mis manos
¿Qué habéis tocado?
Y vosotros que habéis escuchado mi voz
¿Qué habéis escuchado?
Y los que habéis contemplado mis ojos
¿Qué habéis contemplado?
Lo he perdido todo y todo lo he ganado
Y ni siquiera pido
La parte de la vida que me corresponde
Ni montañas de fuego ni mares cultivados
Es tanto más lo que he ganado que lo que he perdido
Así es el viaje al fin del mundo
Y ésta es la corona de sangre de la gran experiencia
La corona regalo de mi estrella
¿En dónde estuve en dónde estoy?
Los árboles lloran un pájaro canta inconsolable
Decid ¿quién es el muerto?
El viento me solloza
¡Qué inquietudes me has dado!
Algunas flores exclaman
¿Estás vivo aún?
¿Quién es el muerto entonces?
Las aguas gimen tristemente
¿Quién ha muerto en estas tierras?
Ahora sé lo que soy y lo que era
Conozco la distancia que va del hombre a la verdad
Conozco la palabra que aman los muertos
Este es el que ha llorado el mundo el que ha llorado resplandores
Las lágrimas se hinchan se dilatan
Y empiezan a girar sobre su eje.
Heme aquí ante vosotros
Cómo podremos entendernos Cómo saber lo que decimos
Hay tantos muertos que me llaman
Allí donde la tierra pierde su ruido
Allí donde me esperan mis queridos fantasmas
Mis queridos espectros
Miradme os amo tanto pero soy extranjero
¿Quién salió de su tierra
Sin saber el hondor de su aventura?
Al desplegar las alas
Él mismo no sabía qué vuelo era su vuelo
Vuestro tiempo y vuestro espacio
No son mi espacio ni mí tiempo
¿Quién es el extranjero? ¿Reconocéis su andar?
Es el que vuelve con un sabor de eternidad en la garganta
Con un olor de olvido en los cabellos
Con un sonar de venas misteriosas
Es este que está llorando el universo
Que sobrepasó la muerte y el rumor de la selva secreta
Soy impalpable ahora como ciertas semillas
Que el viento mismo que las lleva no las siente
Oh Poesía nuestro reino empieza
Este es aquel que durmió muchas veces
Allí donde hay que estar alerta
Donde las rocas prohíben la palabra
Allí donde se confunde la muerte con el canto del mar
Ahora vengo a saber que fui a buscar las llaves
He aquí las llaves
¿Quién las había perdido?
¿Cuánto tiempo ha que se perdieron?
Nadie encontró las llaves perdidas en el tiempo y en las brumas
¡Cuántos siglos perdidas!
Al fondo de las tumbas
Al fondo de los mares
Al fondo del murmullo de los vientos
Al fondo del silencio
He aquí los signos
¡Cuánto tiempo olvidados!
Pero entonces amigo ¿qué vas a decirnos?
¿Quién ha de comprenderte? ¿De dónde vienes?
¿En dónde estabas? ¿En qué alturas en qué profundidades?
Andaba por la Historia del brazo con la muerte
Oh hermano, nada voy a decirte
Cuando hayas tocado lo que nadie puede tocar
Más que el árbol te gustará callar.
De Últimos Poemas. Póstumo, 1948
lunes, 26 de abril de 2010
a la poesía de M. H.
sábado, 24 de abril de 2010
pausa
martes, 20 de abril de 2010
S/N

ese viejo fantasma se aparece de dia o de noche,
no respeta contexto alguno, solo entrometerse es su asunto,
este viejo parece william wilson, enrollandolo todo,
me descubre cuando estoy dormido (por ello no me place tanto dormir)
me hala las patas si las dejo fuera de mi cama
resultas un tormento, pesadilla frecuente...
me dejaras vencerte alguna vez?
Los amorosos
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.
Jaime Sabines
Tormentas-de-Vasos-de-Agua
Leo, quien es ella?,
Leo, quiero salir,
Leo, me acompañas?,
Leo, me vengo en taxi,
Leo, estoy aburrida,
Leo, esta ciudad no tiene adonde ir,
Leo, quiero irme de viaje,
Leo, la perra se cago,
Leo, el polvo de la alfombra me hace daño,
Leo, ese es mi pacharan,
Leo, te la cogiste,
Leo, vamos al lugar que me dijo X,
Leo, ya no vamos a ningún lado,